sábado, 16 de febrero de 2019

¿Existe Dios?

La existencia de Dios, de algún ser necesario ha sido una de las cuestiones más importantes y planteadas en todas las sociedades humanas a lo largo de la historia, desde la antigüedad los seres humanos han personificado miles de dioses distintos, ¿pero de verdad existe un ser necesario y todopoderoso?

Aunque me considero una persona racional, y me baso en lo que percibo a través de los sentidos para sacar mis conclusiones, no puedo evitar pensar que es muy difícil que todas las condiciones que se deben dar en  la tierra para que se desarrolle la vida, así como la distancia al sol para tener una temperatura óptima, la atmósfera o la complejidad del cerebro y el cuerpo humano y que todo ello coincida a la vez son circunstancias  altamente improbables para que sucedan de una forma aleatoria. Por esta razón  pienso que debió existir un ser necesario antes del Big Bang, que se encargó de crear leyes físicas y un universo ordenado como el que nosotros disfrutamos, todas las leyes del universo así como los seres y componentes tan complejos que le habitan no han podido ser cosa del azar.

En el caso del universo, calcular el número de casos posibles sería contar de cuántas maneras distintas se podría haber formado el universo. Es decir, coger todas las partículas del universo, organizarlas de todas las maneras posibles y contar de cuántas maneras diferentes se puede hacer, eso sería imposible, y si se hubiera producido cualquier cambio por minúsculo que fuera nuestro mundo seria distinto, por ello concluyendo, yo pienso que debe existir un ser necesario y todo poderoso, ya sea el Dios cristiano, cualquier otro o uno que no se conoce que organizó el universo.

¿Debemos interesarnos por la política?

En la actualidad han surgido nuevos partidos políticos que incluyen en su programa electoral ideas populistas y extremas que pueden llegar a excluir a una parte de la sociedad, además según los sondeos y encuestas para las próximas elecciones se prevé que estos partidos sumen gran cantidad de votos, y llegado a este punto, se nos platea una pregunta, ¿Realmente se preocupa la sociedad por lo que vota o las consecuencias que esto pueda ocasionar?

Durante los últimos años no solo en España, sino en el mundo entero se ha producido un descontento generalizado y una desafección por la política ya sea por las crisis o por la corrupción, y eso ha llevado a que la población vote a partidos políticos o a personas con ideas extremistas y soluciones fáciles a sus problemas cotidianos que muchas veces son imposibles de llevar a cabo. Muchas veces sus votantes debido al descontento no se interesan por conocer todas las ideas, sino que se centran en las propuestas más populistas, que a la vez suelen ser racistas, machistas o en contra de algún colectivo. Muchos de los votantes de este tipo de partidos, son personas procedentes de estratos bajos de la sociedad, que ven peligrar sus puestos de trabajo de baja cualificación y creen que pueden ser ocupados por  inmigrantes. Estos nuevos partidos son capaces de enardecer a personas descontentas culpabilizando a los inmigrantes de todos sus problemas, les culpan de acaparar los recursos sanitarios, y las suvenciones así como del aumento de la inseguridad y de la delincuencia.

 Por eso deberíamos interesarnos más en la política sobre todo los jóvenes ya que de eso depende nuestro futuro, el futuro de nuestro país o incluso el del mundo con temas tan importantes como la política medioambiental, y las políticas migratorias. La sociedad actual es la sociedad de la inmediated, no se preocupa lo suficiente por la política, ni por lo que sucederá mañana, no aprovecha nuestra herramienta de cambio en la sociedad que es el voto, el voto consciente y meditado. Deberíamos conocer todas las propuestas de la formaciones políticas antes de votar y además tenemos que crear nuestras propias ideas, tener criterio que debemos formar con nuestra preparación y no dejar que nos influencien o consigan nuestros votos mediante mentiras o discursos populistas que pueden hacer mucho daño a la sociedad.